El balance del pH es fundamental para contar con un óptimo estado de salud. En esta teoría, un desequilibrio ácido/alcalino da lugar a un ambiente interno propicio para la aparición de enfermedades. Por ello, a través de los alimentos se busca un pH que permita un normal funcionamiento del organismo, y así disminuir el riesgo de padecer enfermedades.
En todo momento se trata de equilibrar el pH dentro del propio organismo, ya que si hay desajustes comienzan a surgir problemas, que se manifiestan a través de enfermedades. Por otra parte, nunca se habla del pH de un órgano específico (no decimos “el pH del estómago”) sino el pH de los fluidos y tejidos.
Ácidos: cómo afectan a nuestras células
Cuando se presenta un exceso de acidez, el organismo activa diferentes sistemas para proteger las células y tejidos sanos. Sin embargo, en algunas ocasiones, existe exceso de acidez, nuestro cuerpo no puede neutralizar y eliminar eficazmente la sobrecarga y estos comprometen la integridad de las células.
La ración dietética debe ser 80 por ciento alimentos alcalinos y 20 por ciento alimentos que forman ácidos.
Una sangre alcalina y un cuerpo alcalino promueven la buena salud y el vigor. El estado ácido se asocia con un cuerpo intoxicado y débil. Los ácidos son como la hoz de la muerte. Los órganos y glándulas del cuerpo dependen de secreciones alcalinas para tener salud óptima.